Renta de casas naturales vacacionales en Douro River

Pasamos unos días muy agradables en la casa de Stefan e Lilian. A pesar de la lluvia, nos gusto mucho la experiencia vivir en un bosque, en una casa redonda de piedra y arcilla, calentándonos con una estufa de leña. Fue un placer conocer a Lilian que nos atendió muy bien. Esperemos volver en verano.

Disfrutamos mucho de nuestra corta estancia en el antiguo molino de viento de Ricardo: ¡el apartamento en el pequeño molino circular es realmente único! Aunque todo es bastante pequeño, el espacio es absolutamente suficiente para dos personas, y el gran dormitorio de arriba bajo el techo circular con ventanas a ambos lados ya tiene un ambiente muy especial. El molino se encuentra justo encima del pequeño pueblo, tienes una vista maravillosa del mar, y justo detrás del molino comienza una cordillera boscosa con hermosas rutas de senderismo, muy recomendable una caminata hasta el cercano Castro de São Lourenço. Al llegar, llegamos unas horas antes, no fue un problema. Isabel organizó rápidamente la limpieza del departamento y nos recibió poco tiempo después con gran calidez. Como estaba bastante fresco alrededor de Semana Santa, también nos trajo mantas extra calientes por la tarde. Para despedirnos, nos preparó un delicioso café. ¡Gracias por todo!

Todo sobre mi estancia fue una meditación; encender un fuego, mantenerlo encendido, calentar mi agua, tener en cuenta mis acciones en la tierra y los recursos. El lugar se sentía como un refugio espiritual. Tam y Justin fueron un salvavidas para mí como viajero solo. Incluí algunos tratamientos curativos que eran justo lo que necesitaba. Estaba pesado y separado cuando llegué y yo. Tres días fui más ligero, conectado y abierto a lo que estaba por delante. Las gachas matutinas nunca sabían tan bien. ¡Hamaca, sí, por favor!

Es la segunda vez que vamos y hemos estado estupendamente. Igual que la primera vez. Pilar estuvo Atenea en todo momento. Sigue siendo un precioso lugar para relajarse. Ah! tu mascota lo pasarás también como tú. Recomendamos

Los anfitriones Antônio y Nina fueron de extrema amabilidad y disponibilidad, cumplieron con nuestras solicitudes y recomendaron lugares y actividades cercanos. Nunca fueron intrusivos e inmediatamente nos sentimos como en casa y muy cómodos. El espacio circundante tiene una gran belleza natural y es muy tranquilo. La casita donde nos hospedamos es cómoda y con una maravillosa ventana panorámica, tiene todos los utensilios indispensables para poder preparar comidas y relajarse. Espacio encantador que vale la pena visitar. Te recomendamos que tomes lo que sea necesario para cocinar porque los espacios te invitan a quedarte. Si deciden salir a almorzar o cenar, te recomendamos el restaurante de ALFOMBRAS en Cabeçeiras de Basto.

¡Una ventaja! ¡¡¡¡¡¡Tan encantadora!! ¡Qué gran anfitriona, Eloisa, se esforzó al máximo para que nos sintiéramos bienvenidos y atendidos! Nos enamoramos de Monsanto, pero no siempre es fácil viajar a un lugar desconocido, ¡así que el cuidado y la atención que Eloisa nos prestó fue muy apreciado! ¡Gracias desde el fondo de nuestro corazón!

Un lugar muy bonito, una casa con muchos detalles y con un jardín muy grande. Una estancia maravillosa

Nos ha encantado el alojamiento. Un jardín y una casa muy bonita y acogedora perfecta para un grupo de 9-10 personas, con mucho menaje de cocina. Nosotros fuimos 9 y estuvimos realmente cómodos, el salón es muy amplio. La casa estaba muy calentita cuando llegamos, algo que se agradece enormemente y más en estas fechas. En el caso de las habitaciones del fondo los radiadores no terminaban de calentar del todo pero avisamos a José y en nada se acercaron a ver qué pasaba y pusieron unos radiadores electrónicos por lo que problema resuelto. Solo señalar que había dos dormitorios que no tenían ventana y a uno de ellos se pasaba a través del dormitorio principal. Para nosotros no fue un problema porque no hacíamos vida en la habitación. Muchas gracias!

Es una preciosa cabaña en medio del campo rodeada de naturaleza. Dentro de la propia finca hay un río increíble. Petra fue super amable en todo momento con sus recomendaciones de actividades y restaurantes y su predisposición para hacernos aún mejor la experiencia. En todo momento nos atendió y escucho nuestras peticiones. Su gatita, Saia, es encantadora y pasaba a visitarnos todos los días. Sin ninguna duda recomiendo este alojamiento y sin ninguna duda volveremos.